jueves, 2 de junio de 2011

La idea de justicia y la izquierda reaccionaria


Me gustó mucho el texto que hoy publica Juan Molinar Horcasitas, juzgado sumariamente por el pueblo bueno el pasado fin de semana como uno de los grandes culpables en el segundo aniversario del incendio de una guardería en Hermosillo donde murieron varias decenas de niños y algunos otros resultaron lesionados.

Dice el ex director general del IMSS, que ya no lo era cuando la guardería subrogada ardió (por cierto, por el incendio de una bodega estatal de papel al lado): "El tono que estos excesos terminaron por imprimirle me recuerda las actitudes que a lo largo de la historia han engendrado movimientos intolerantes o totalitarios, desde el Terror jacobino hasta la Revolución Cultural china. Exagero, me dirán algunos. Quizá, pero el símil no está en la magnitud de los actos y las consecuencias que esos movimientos tuvieron, sino en la similitud de su semilla (yo subrayo): la convicción de que alguien suficientemente iluminado y puro puede interpretar el sentir de toda la ciudadanía y en consecuencia se siente habilitado para hablar y para decidir a nombre del pueblo, al margen o aun en contra de las instituciones legalmente constituidas".

Afirma, con razón: "Un acto cívico simbólico debería ser una pedagogía de la justicia, y el juicio realizado demuestra que los participantes tienen un concepto de justicia que no sólo está al margen de las instituciones constitucionales, sino que incluso las rechazan, y que prescinden de la ley despreciando en su juicio los más esenciales principios del debido proceso".

Es la idea de justicia más cercana a la venganza arbitraria que secunda nuestra izquierda, sólo capaz de reaccionar ante cualquier estímulo aparentemente progresista.

Seguiré.