¿Y qué opino de la campaña de la CNTE en resistencia a la reforma educativa?
Bueno, pues opino que cualquier modelo educativo, en cualquier
momento, así como ha sido construido histórica y culturalmente debe
estar permanentemente sometido a la crítica y abierto al cambio.
Opino
que esto vale desde luego particularmente para los agentes del modelo
educativo, es decir también para los maestros. Y también, cómo no, para quienes cobran -dinero público- como
maestros pero realmente no lo son porque no tienen formación
profesional, no lo son porque son pésimos académicamente, y no lo son
¡porque no dan clases y abandonan a sus alumnos!
Opino que si la crítica
y el cambio del modelo escolar no han sido posibles en México es
precisamente por la previsible resistencia de quienes ven amenazados sus
privilegios, incluso los nuevos Gordillos de la CNTE.
Opino que es
risible y pueril la coartada de que debe cambiar el conjunto antes de
que cambie alguna de sus partes, como si el cambio del conjunto no fuera
posible precisamente por la suma -dialéctica, si quieren- de sus
partes.
Opino que me parece injusto incluso que quienes reprueben tres
veces (¡tres veces!) mantengan su chamba como burócratas de escritorio.
Opino que son indefendibles quienes replican los peores vicios de la
misma vieja burocracia sindical, que en el camino terminaron siendo lo
mismo que atacaban hace treinta años cuando ganaron mi solidaridad y la
de tantos otros desde la izquierda.
Opino que me da vergüenza ajena
encontrar a algunos viejos compañeros de entonces como los "tontos
útiles" de estos hijos de puta.
Agrego el jueves 19: Por
fin sé, por la columna de Carlos Puig, de qué va el tal "mejor video" sobre la
reforma educativa (o sobre la reforma constitucional y las primeras
tres leyes en ese sentido) que ha circulado en las redes sociales...
Pues no, no creo que sea obsesionarse por
"que los choferes estén muy limpios y traigan corbata", sino ocuparse -nada menos- de
que sepan manejar, que sólo contraten a los mejores sobre todo
si van manejando en tan malas condiciones un camión lleno de niños -y que no dejen abandonados a sus pasajeros para irse a protestar-, que
despidan al que tal vez está manejando el camión sólo porque su
padre era chofer y lo miraba manejar, o porque a alguien le pagó para
que le consiguiera la chamba... Por cierto, a quienes no aprueben tres
evaluaciones (¡tres!), incluso después de cursos de capacitación gratuitos, igual seguirán pagándoles -con dinero público,
mucho dinero público- ahora como despachadores o como trapeadores de
esos camioncitos... Pésima analogía del profesor Gil.
Sigo pensando que una reforma educativa en México sólo podía iniciarse así, golpeando los viejos privilegios sindicales. Y como he dicho, lo siguiente tendrá que ser la reforma de las escuelas normales, particularmente de las rurales. O sea que, sí, la bronca apenas empieza.
Sigo pensando que una reforma educativa en México sólo podía iniciarse así, golpeando los viejos privilegios sindicales. Y como he dicho, lo siguiente tendrá que ser la reforma de las escuelas normales, particularmente de las rurales. O sea que, sí, la bronca apenas empieza.