miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los anulistas, qué se fizieron

Dice Sergio Aguayo en su colaboración del 2 de septiembre en Reforma: "Las movilizaciones del 68 y la de 2009 se articulan en torno a demandas en apariencia elementales: en el 68 fue el pliego petitorio de los seis puntos y el famoso transitorio que exigía el diálogo público; en 2009, la Asamblea Nacional Ciudadana nace -el 1 de septiembre, como producto del movimiento por anular el voto el 5 de julio- con tres exigencias al Congreso de la Unión: a) el establecimiento de mecanismos para el ejercicio de la democracia directa, b) la reducción del financiamiento a los partidos acompañada de transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, y c) la instauración de las candidaturas ciudadanas".

Digamos, democracia directa (iniciando tal vez con la iniciativa parlamentaria ciudadana y el referéndum en reformas constitucionales), menos dinero a los partidos (yo digo que cero dinero público a los partidos y cero privilegios a los legisladores) y candidaturas ciudadanas (y el periodista como observador crítico y constructor de ciudadanía). En otras palabras, digo yo: menos poder a los partidos, todo el poder a los ciudadanos, ¿qué tal? "En la simplicidad están la profundidad y la clave del salto de la protesta a la propuesta", dice, muy bien, Sergio Aguayo.

Y agrega en su colaboración del miércoles 30 de septiembre una propuesta interesante por su sencillez: dice que e
l artículo 41 de la Constitución nació en 1917 con 67 palabras, ahora ya tiene 2 mil 894; en 1917 ni siquiera aparecen los partidos políticos, en 1977 se les llama "entidades de interés público" y se les garantiza "un mínimo de elementos"... su poder actual, decidido por los propios partidos políticos que dominan el Congreso -observa Sergio Aguayo-, se basa en 27 palabras.

Debemos eliminar esas 27 palabras de la Constitución: el dinero que reciben los partidos políticos, según ellos mismos decidieron, se calcula "multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral por el sesenta y cinco por ciento del salario mínimo diario vigente para el Distrito Federal". Según las proyecciones demográficas el padrón electoral seguirá creciendo hasta 2040, y el salario mínimo aumenta año con año; en 2010 sus ingresos subirán a 3 mil 12 millones de pesos.
Alianza Cívica propone cambiar esas 27 palabras para que el dinero que reciben los partidos se calcule por el número de los votos válidos recibidos. Me gusta.

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